Fabián Contreras Madero es alumno del Seminario Menor “Santo Tomás de Villanueva”; procede de la parroquia S. Juan Bautista, de Camarena. A sus 15 años está cursando 4º de la ESO en la institución educativa diocesana.
Desde el patio del histórico edificio del Seminario Menor responde a las preguntas que le formulamos.
.- ¿Cómo tuvo lugar tu llamada para entrar al Seminario Menor?
Fui al Seminario Menor con mi párroco a un torneo de juegos de mesa en honor a Santo Tomás de Villanueva. Me quedó muy buen recuerdo del Seminario y sentí interiormente el deseo de entrar, de conocer más de cerca de Jesús y seguirlo.
.- ¿Cómo reaccionaron tus padres ante esta decisión?
Desde el primer momento mi decisión fue aceptada y apoyada. Vi algo providente el que mi hermana encontrara trabajo el mismo día que yo empecé el Seminario.
.- ¿Cómo resumes tu estancia en el sSeminario Menor durante estos años de formación?
Desde el primer momento, hace ya cuatro años, me sentí rodeado de una gran familia y protegido por Dios. Entre todos los seminaristas nos apoyamos día a día y nos ayudamos unos a otros.
.- ¿Algunos aspectos del Seminario Menor, más importantes, para subrayar?
Me quedo especialmente con la Misa y los ratos de oración, todos esos momentos en los cuales nos relacionamos con Dios, pues nos ayudan a afianzar la fe.
.- ¿Por qué crees que vale la pena que otros jóvenes se planteen ingresar en el Seminario?
Vale la pena porque te ayuda a descubrir por qué camino te está llamando Dios a seguirlo. A Dios nunca le podemos negar nada, porque Él quiere lo mejor para nosotros.
.- ¿Alguna anécdota que pueda ayudar a otros jóvenes a comprender la riqueza del Seminario?
He aprendido muchas cosas durante estos años, porque los formadores y profesores siempre te enseñan algo nuevo cada día y, al fin y al cabo, te das cuenta de lo bien que se está aquí.
.- ¿Puedes resumir en una frase cómo era tu vida antes de entrar al Seminario y cómo es ahora?
Estaba perdido y ahora me he encontrado con Dios, el cual es mi baluarte.
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