Con motivo del 150 aniversario de la proclamación de san José como patrono de la Iglesia universal (8 de diciembre de 1870), el Papa Francisco convoca a un “Año de San José”. Lo hacía ayer, en la solemnidad de la Inmaculada Concepción, a través de la Carta Apostólica Patris corde.
Este año dedicado al santo Patriarca se extenderá hasta el 8 de diciembre de 2021.
El Papa Francisco describe, en la carta apostólica, a san José de la siguiente manera: “Un padre amado, un padre en la ternura, en la obediencia y en la acogida; un padre de valentía creativa, un trabajador, siempre en la sombra”.
En la carta se puede atisbar la situación de pandemia que sufre el mundo y el Papa insiste en la importancia de las personas que, lejos del protagonismo, practican la paciencia y dan esperanza diariamente, como san José, “el hombre que pasa desapercibido, el hombre de la presencia diaria, discreta y oculta.” San José ejerció “un protagonismo sin igual en la historia de la salvación”.
Se puede leer la carta apostólica dedica a San José en este enlace.
Igualmente, el arzobispo de Toledo, ha dedicado una carta a la Archdiócesis con motivo de esta efeméride en la que propone aprender de la “Escuela de San José”. La carta de Mons. Francisco Cerro se puede descargar aquí.
El arzobispo de Toledo, @Obispofcerro, escribe con motivo del 150 aniversario de la proclamación de San José como patrono de la Iglesia Universal.
Acceso al texto completo de su carta ⬇️⬇️https://t.co/esXOrpVxVY pic.twitter.com/PfBE6UBY5L
— Archidiócesis de Toledo (@planpastoral) December 7, 2020
Oración a San José e Indulgencias
El Papa dedica una oración a san José en su carta apostólica; se trata de la oración que, diariamente, recita Francisco “durante más de cuarenta años” y que está tomada de un devocionario francés del siglo XIX, de la congregación religiosa de Jesús y María. Para conocer la oración propuesta por el Papa: pinchar aquí.
Igualmente, la Santa Sede concede indulgencias especiales con motivo de este año josefino, especialmente los días 19 de marzo y 1 de mayo, jornadas dedicadas, de manera especial, al padre adoptivo de Jesús.
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