Con motivo del Día de la Caridad, solemnidad del Corpus Christi, el arzobispo de Toledo, don Francisco Cerro Chaves, acompañado por el director de Cáritas Diocesana de Toledo, José Luis González Montañés, y el administrador, Ramón Martín Gómez-Platero, presentaron en el Salón de Concilios del Arzobispado la Memoria Económica de la entidad en 2024, en un ejercicio de transparencia y como reflejo del compromiso compartido con tantas personas que ayudan y se comprometen con los más necesitados a través de Cáritas.
En 2024, la acción social de Cáritas Diocesana de Toledo llegó directamente a 8.039 personas y benefició a 16.782 personas. Para hacer frente a las distintas formas de pobrezas, incluyendo la labor de Inserta Toledo –la empresa de inserción- destinó 5,93 millones de euros.
El arzobispo de Toledo, don Francisco Cerro Chaves, resaltó que “es responsabilidad de todos atender el clamor de los pobres”, agradeciendo el compromiso de las 1.172 personas voluntarias con Cáritas, así como el apoyo de socios y donantes. Animó a colaborar con Cáritas en el Día de Caridad “para seguir ofreciendo esperanza a miles de personas”.
Cáritas ante la situación actual de innumerables familias
El ejercicio pasado -año en el que la entidad celebró su 60 aniversario de la constitución canónica – la acción social de Cáritas en la Archidiócesis de Toledo estuvo marcada por las tres claves: la imposibilidad de acceder a una vivienda adecuada (un derecho cada vez más difícil de garantizarse); la dificultad para acceder a un empleo digno (tener un empleo ya no es suficiente para asegurar unas condiciones de vida mínimamente dignas); y la irregularidad administrativa que viven muchos de los participantes que llegan a Cáritas y que además no tienen ningún respaldo familiar, ni ayuda de ningún tipo.
A esto hay que sumar el mayor empobrecimiento de las familias, pues la pobreza se acrecienta en las familias que ya la padecen, y en este sentido Cáritas Diocesana de Toledo constata que los pobres son más pobres, y los procesos de acompañamiento en Cáritas son cada vez más largos y más complejos.
Cáritas Diocesana de Toledo –en sus programas y Cáritas Parroquiales- está acompañando y atendiendo a las personas y familias que están en extrema vulnerabilidad, familias que no cumplen los requisitos que impone la administración.
Más de 1.000 voluntarios
El año 2024 se cerró con 116 Cáritas Parroquiales y 2 Cáritas Interparroquiales (en Talavera y en Seseña); y 1.172 personas voluntarias en la Archidiócesis. En los agentes contratados se concluyó 2024 con 75 trabajadores, más 17 en la empresa de inserción (Inserta Toledo).En relación a las demandas más comunes en los programas y en las Cáritas Parroquiales continúan siendo las relacionadas con la vivienda, la necesidad de regularización para las personas migrantes, la petición de alojamientos de urgencia y el suministro de los productos básicos (alimentación e higiene personal), así como el pago de suministros (alquileres, luz…).
El administrador de Cáritas Diocesana de Toledo, Ramón Martín, manifestó que todas las cuentas de Cáritas están auditadas, por cuarto año consecutivo, con informe de auditoría sin salvedades.
Para acceder a la Memoria Económica: pinchar aquí.
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