Mons. Alejandro Arellano Cedillo, natural de Olías del Rey y decano del Tribunal de la Rota Romana, recibía este pasado 31 de mayo la medalla de oro de Castilla-La Mancha, en el acto institucional con motivo del día de la región, que se ha celebrado en la ciudad de Albacete. El Ejecutivo de Castilla-La Mancha reconocía a la sociedad regional este año 2025 con un total de 43 reconocimientos a través de dos Medallas de Oro, 17 Hijas e Hijos Predilectos, doce Hijas e Hijos Adoptivos y doce Placas al Mérito Regional.
Mons. Arellano se ha referido a la región como “horizonte lleno de rostros, imágenes y recuerdos, donde recibo este reconocimiento como un hijo de la Iglesia a la que debo todo cuanto soy y todo cuanto tengo”.
El discurso íntegro del Decano del Tribunal de la Rota Romana está disponible en este enlace.
Reconocimiento a la Iglesia
Don Alejandro ha reiterado su gratitud ante “el gesto que habéis tenido para mi persona, convencido que todo es gracia, es decir, don, sin cálculos, sin méritos, solo por generosidad”. Y eso, ha remarcado, “lo siento como un reconocimiento al nosotros, que es la Iglesia a la que pertenezco y a la que he vinculado mi vida”.
Asimismo, ha denunciado la “violencia fratricida, guerras que causan un inmenso dolor; víctimas inocentes, especialmente niños y mujeres, y excesos que se verifican cuando se olvidan los principios fundamentales de una sociedad: las máximas de justicia, libertad y caridad”, en alusión a los conflictos bélicos actuales. En contraposición, ha aludido a “esta región, Castilla-La Mancha, en la que también se lucha, pero con armas incruentas, por la verdad, la justicia y el bien común, buscando el desarrollo integral de los pueblos y de las personas”.
Igualmente ha expuesto la labor de la Iglesia como “elemento fundamental para la construcción de una sociedad pacífica y humana que se compromete con la justicia social en favor de los derechos de los pueblos y de las personas”.
Para finalizar, ha hecho un llamamiento a convivir con “un servicio a la verdad, a la justicia y a la caridad, a la que estamos todos llamados para construir una comunidad autónoma, Castilla La Mancha, cada día más verdadera, más justa, más libre, más bella para todos”; por lo que ha citado tanto a la Virgen de los Llanos como a la Virgen del Sagrario “para que nos protejan”.
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