La Catedral Primada ha acogido la celebración de la Eucaristía, en el Domingo de la Palabra, en la que han sido instituidos como lectores un grupo 9 alumnos de las diversas casas de formación sacerdotal de la Archidiócesis.
Un total de 9 seminaristas han recibido el ministerio laical del lectorado. Se trata de los alumnos del Seminario Mayor “San Ildefonso”: Pedro Pablo Aguilar, José Manuel Barbero, Pablo Carralero, los hermanos Álvaro José García y Ángel José García, Roberto Gutiérrez, Sergio Onrubia, el seminarista, oriundo de Burundi, Thierry Ndayishimiye; también un miembro de la Casa de Formación Sacerdotal “Sagrado Corazón”, Santiago Zabalegui.
La concelebración eucarística ha sido presidida por el obispo auxiliar de la Archidiócesis, Mons. Francisco César García Magán.
El domingo de la Palabra de Dios fue instituido por el Papa Francisco el 30 de septiembre de 2019, a través de la carta apostólica en forma de motu proprio Aperuit illis, en la que anunciaba: «Establezco que el III domingo del tiempo ordinario esté dedicado a la celebración, reflexión y divulgación de la Palabra de Dios».
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La Palabra de Dios, cauce para nuestra salvación
Mons. García Magán, en su homilía ha subrayado la importancia que se ha de dar a la Palabra de Dios: “No podemos colocar la Palabra de Dios al mismo nivel de las obras grandes de la ascética y la mística; está a otro nivel porque es la Palabra de Dios, cauce para nuestra salvación”.
El obispo auxiliar ha felicitado al grupo de seminaristas que ha recibido el ministerio del lectorado, igualmente a sus familias y parroquias, a la par que daba gracias a Dios por ellos “como Iglesia diocesana y por nuestro Seminario, bendecido con esta gracia especial de las vocaciones“.
“Seréis buenos lectores y fieles al ministerio no solo si sabéis pronunciar bien la Palabra. Haced de la Palabra el alimento principal de vuestra vida y espiritualidad” ha subrayado don Francisco César, a la par que ha exhortado a los nuevos lectores a acoger la Palabra de Dios “como hizo la Virgen María (…) Que ella sea imagen y modelo para acoger y transmitir la Palabra“.
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