El Arzobispo de Toledo, Mons. Braulio Rodríguez Plaza, dedica su carta semanal del primer domingo del mes de julio a abordar el tema de la oración. Don Braulio afirma lo siguiente: “Lo más importante es conocer lo que Jesús enseña en los Evangelios sobre la oración y eso es bastante fácil, pues Cristo sabe que nuestro corazón de hombres y mujeres no encontrará descanso más que Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo. Y es que la fe y la oración son inseparables. Si nosotros creemos que Jesús es el Hijo de Dios y el Hijo de la Virgen María, rezamos, en consecuencia, al que es el Salvador nuestro, ya que entregó su vida y resucitó (…) Si no creyéramos esto, Jesús de Nazaret sólo sería alguien en quien la Divinidad estaría presente con mayor intensidad, pero no Dios.”
Sencillez exterior y sinceridad interior
Mons. Rodríguez Plaza desgrana las características principales de la oración: “En este tiempo parece que para muchos el primer problema de la oración es la cuestión de las técnicas para entrar en ella. Pues Jesús – llama la atención- no le dio mucha importancia a esta cuestión de las técnicas. Y para rezar no dio muchas instrucciones. Para Él es más importante la sencillez exterior y la sinceridad interior, porque no se puede, separar la vida y la oración.”
La oración del Padrenuestro
Concluye, el Primado, con una invitación particular: “¿Tienen más tiempo en verano? Reza el Padrenuestro con sus peticiones. Te hará bien.”
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