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Foto: Santuario diocesano del Cristo de Urda

Don Francisco Cerro, peregrino en el santuario diocesano del Cristo de Urda

Archidiócesis de Toledo

El arzobispo de Toledo visitaba, durante la mañana del pasado 5 de julio, el santuario diocesano del Santísimo Cristo de la Vera Cruz y la Parroquia de San Juan Bautista en el corazón de su Año Santo Jubilar.

A las 11 de la mañana era recibido por las autoridades locales y por los miembros del voluntariado y de la oficina de atención al peregrino en el atrio del Santuario.

Una vez dentro del Santuario, se dirigía a los miembros del consejo parroquial, catequistas y a las juntas de gobierno de las 6 hermandades y cofradías de la parroquia de Urda. En este momento, Mons. Franisco Cerro subrayaba que la piedad popular es «la fe de los sencillos en el evangelio», viendo en ella la fe que transmitida por los mayores y el tesoro que hemos de legar a los demás.

Igualmente, D. Francisco Cerro saludaba a los peregrinos que se acercaban andando hasta Urda.

Uno de los momentos más emotivos fue la entronización de una imagen restaurada del Sagrado Corazón de Jesús, de finales del siglo XIX, en el zaguán  de la casa de la religiosas que atienden el Santuario Diocesano, las Siervas del Corazón de Jesús.

 

Don Francisco Cerro dona su cruz pectoral al Santuario de Urda

 

Celebración de la Misa dominical en la parroquia de San Juan Bautista

Posteriormente, se dirigía a pie hasta la parroquia de San Juan Bautista «como un Peregrino más devoto del Cristo de Urda», en palabras del párroco de la localidad, D. Juan Alberto Ramírez.

La celebración de la Eucaristía dominical contó con el aforo del templo completo, al 75% de su capacidad. En la homilía, comentando el Evangelio del Domingo, el Arzobispo de Toledo subrayaba tres puntos:

1. «Venid a Mí». Ir a Cristo como meta de todo el recorrido cristiano; el cristiano no es un vagabundo sin meta, sino un Peregrino con meta clara: Cristo.

2. «Aprended de Mí». Encontrar en la vida de Cristo la lección de toda nuestra vida, copiando como Cristianos los rasgos de Su propia vida en la nuestra, sus actitudes y sus sentimientos.

3. «Descansad en Mí». Encontrar en el Corazón del Señor por la oración nuestro lugar de descanso frente a los momentos duros que pueden cansarnos y agobiamos en la vida cotidiana.

Al término de la concelebración eucarística, Mons. Cerro Chaves donaba  su cruz pectoral,  que ya luce, en su pecho, la sagrada imagen del Cristo de Urda.

Don Juan Alberto Ramírez indica que el Arzobispo de Toledo indicaba que “al contemplar esa cruz pectoral sobre el Corazón del Cristo de La Mancha pidamos siempre por los sacerdotes y seminaritas.”

 

Para acceder a la galería fotográfica, gentileza de Cecilio Rabadán: pinchar aquí.

 

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