Mons. Francisco Cerro Chaves, Arzobispo de Toledo y Primado de España, dedica su escrito dominical del domingo 22 de junio a la solemnidad del Corpus Christi, “Fiesta de la cercanía de Dios”.
“Es la fiesta de Cristo vivo y Resucitado, que se ha quedado con nosotros para siempre para ser celebrado, comulgado y adorado“. Así expone el prelado lo que significa verdaderamente esta solemnidad tan vinculada a la ciudad de Toledo, donde subraya que “se perciben tres manifestaciones de la cercanía de Dios”.
Las tres manifestaciones del Corpus Christi
En primer lugar, Mons. Cerro indica que “la Eucaristía es la gran riqueza de la Iglesia, su mayor tesoro, porque en ella celebramos a Jesús muerto y resucitado, presente en el templo, en las calles y en la vida”.
Por otro lado, el Arzobispo de Toledo incide en la adoración, indicando que “la procesión eucarística convierte a nuestras calles en una catedral, en un templo abierto al cielo en el que el Señor es adorado y amado”. Seguidamente, subraya: “Toledo no se puede entender ni comprender sin el Corpus”.
Concluye don Francisco invitando, tras vivir la procesión eucarística, a “evangelizar para ser buena noticia para los pobres y los que sufren”.
“La fiesta del Corpus Christi siempre será un reto: el desafío de dar respuesta a una sociedad cada vez más secularizada pero que sigue buscando, en el fondo, saciar su sed de amor, de esperanza y de plenitud”. Así abunda el Primado en su carta semanal a la Iglesia diocesana de Toledo.
El texto completo del escrito dominical está disponible en este enlace.
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