La Catedral de Jaén acogía, este sábado 13 de diciembre, la solemne beatificación de 124 mártires de la persecución religiosa en España, durante el siglo XX. Se trata de un numeroso grupo de sacerdotes y laicos, además de una religiosa, que entregaron su vida por amor a Cristo “in odium fidei”.
La celebración fue presidida por el cardenal prefecto para las Causas de los Santos, Marcello Semeraro, representante del Santo Padre León XIV. En representación del Arzobispo de Toledo, Mons. Francisco Cerro Chaves, acudía a la ceremonia el provicario general, don Raúl Muelas Jiménez.
Varios presbíteros de la Archidiócesis se unían a este solemne acto, entre ellos destacaba el párroco de Almonacid de Toledo, D. Rafael Torregrosa, quien acudía con más de 80 peregrinos de esta localidad, lugar de origen de dos nuevos beatos.
Nutrida presencia de familiares directos de los nuevos beatos
Fueron alrededor de 2.000 personas las que siguieron en directo la solemne ceremonia; muchos de ellas eran familiares directos de los nuevos beatos: hijos, nietos, hermanos, sobrinos, tataranietos, etc. de estos testigos de esperanza que, por su entrega valiente, la Iglesia ha reconocido y ha honrado con la palma del martirio.
La Iglesia de Toledo cuenta con cuatro nuevos intercesores: los beatos Ramón Rojo y Díaz-Cervantes, Zoilo Lorenzo de Mora Rojo, Juan Pablo García Vázquez y Francisco Fernández Gavilán, sacerdotes diocesanos, que trabajaban en el arciprestazgo de Cazorla (Jaén).
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