La residencia de ancianos “Ntra. Sra. de los Dolores” de Valmojado, como lugar jubilar de Misericordia, ha sido el escenario del Jubileo de las Residencias Diocesanas dedicadas a la atención y cuidado de los mayores. La celebración, organizada por el secretariado de Pastoral de la Tercera Edad, tenía lugar este pasado 3 junio.
Mons. Francisco Cerro Chaves, Arzobispo de Toledo, presidía la solemne Eucaristía, acompañado por el provicario general, D. José Fernando González Espuela, además del vicario episcopal para laicos, familia y vida, D. Enrique del Álamo y de un grupo de sacerdotes vinculados a las distintas residencias diocesanas de ancianos.
Al acto asistieron todos los vicepresidentes de las fundaciones diocesanas, así como todos los directores de los centros. Fueron un total de 75 ancianos, 25 trabajadores y 10 voluntarios, llegados desde las otras residencias de ancianos, los que se congregaron en la residencia “Ntra. Sra. de los Dolores” de Valmojado, siendo más de 200 personas las que han celebrado esta cita del calendario diocesano con motivo del Jubileo de la Esperanza.
Abrir el corazón a la gratitud
Mons. Cerro subrayaba, en su homilía, que el Jubileo es “oportunidad de abrir el corazón a la gratuidad y a la compasión de Dios, recorriendo el camino de la reconciliación“. Igualmente, el prelado agradecía la vida de los ancianos, además de su entrega y donación a lo largo de toda su vida, invitándoles a tener los mismos sentimientos de Cristo Jesús.
Por otro lado, tuvo palabras de agradecimiento hacia todo el personal laboral y voluntarios de las diferentes residencias de ancianos.
Al final de la Misa, todos los participantes pronunciaron la siguiente oración, siguiendo la iniciativa de don Francisco Cerro: “Señor Jesús, te quiero mucho, eres la Luz de mi vida, queremos caminar juntos contigo, como Iglesia para llevar a todos el amor de Jesús. Sagrado Corazón de Jesús en vos confío, Dulce Corazón de María, sed la salvación del alma mía”.
El colofón de la jornada fue la comida fraterna, tras la cual, un grupo de voluntarios de Santa Cruz de la Zarza actuaron en un homenaje a la canción española, animando a los mayores, que se animaban a bailar al son de las diferentes canciones; de esta manera la sobremesa fue un momento agradable, compartiendo el gozo y la alegría.
La conclusión del acto fue la plegaria que todos los ancianos llevaron a cabo a través de una oración compuesta por los miembros de la residencia valmojadeña “Ntra. Sra. de los Dolores”.
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