Una vista de la fachada de la Catedral de Toledo es el cuadro que el pintor Luis Acosta ha donado al Arzobispado de Toledo, en un acto celebrado el pasado 23 de diciembre y al que asistieron el Arzobispo de Toledo, Mons. Francisco Cerro Chaves, el vicario general, don Francisco César García Magán, y el vicario para asuntos económicos, don Ángel Camuñas.
En el acto, el pintor estuvo acompañado por su esposa y quiso manifestar su gratitud al Arzobispado por aceptar su donación. Con este gesto se completa el deseo del artista de realizar dos donaciones de sus obras: la efectuada a la Iglesia de Toledo y la realizada unos días antes, al hacer entrega de otra obra de gran formato para los Museos Vaticanos, acto que tuvo lugar en la Nunciatura en España.
Don Francisco Cerro tuvo palabras de agradecimiento por este gesto de generosidad para con la Iglesia de Toledo.
He acompañado al autor D luis Acosta, diocesano de Toledo, a la donación del cuadro la catedral del Toledo a los museos vaticanos en la Nunciatura Apostólica pic.twitter.com/uIY8JsWohq
— Francisco Cerro Chaves (@Obispofcerro) December 16, 2020
Dos vistas diferentes de la Catedral Primada
Los dos cuadros recogen diferentes vistas de la Catedral de Toledo y en los dos está presente la evolución del artista a lo largo de toda su carrera. Un camino que comienza en el arte figurativo hasta su llegada al abstracto. Un género donde permaneció durante tres décadas para volver al figurativo, con guiños al hiperrealismo.
Toda una trayectoria vital y artística que tiene hilos conductores continuos: su pasión por la línea recta, la cuadricula, los elementos arquitectónicos siempre presentes en sus cuadros de diferentes formatos. Acosta ha realizado múltiples exposiciones tanto en España como en el extranjero: Estados Unidos, Alemania, Francia.
Luis Acosta ha querido donar dos cuadros de gran formato que tienen como motivo principal la Catedral de Toledo a la Iglesia. Un gesto que él ha explicado afirmando que “uno llega a una edad en la que tiene que mirar por su obra, saber dónde se va a quedar y expone, ahora toca el tiempo de que la vida sea para mi obra”. Y así ha sido, uno de sus cuadros está ya en el Arzobispado de Toledo y otro de ellos en la Nunciatura Apostólica en España para ser entregado en los Museos Vaticanos.
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