Desde el pasado 19 de marzo, en la sala de exposiciones del Arzobispado de Toledo, se puede disfrutar de la exposición “Cristo: Pasión + Vida + Corazón”, con más de 100 obras contemporáneas, junto a una decena de obras clásicas de los conventos de la ciudad.
La delegación diocesana de Fe y Cultura, en su tarea de impulsar el arte contemporáneo de temática religiosa, convocó a más de 40 artistas, desde premios nacionales a jóvenes llenos de talento, invitándoles a crear obra nueva con el fin de innovar algunos de los temas tradicionales en torno a la Pasión, la Resurrección y Sagrado Corazón, y aportar así la sensibilidad y el punto de vista del hombre de nuestro tiempo.
Éxito de visitantes
Numerosos grupos de parroquias, colegios, y otros colectivos culturales han podido disfrutar de una visita guiada, con el fin de conocer las claves de los mensajes de las obras, pinturas y esculturas, y su sentido en torno a la Eucaristía, y su realización en la Muerte y Resurrección de Cristo. El número de visitantes contabilizados, hasta el momento, supera los 15.000
La comisaria de la exposición, Pilar Gordillo, delegada episcopal de Fe y Cultura, ha expresado su asombro ante la acogida y el impacto que la exposición ha causado entre los visitantes: “Muchos han expresado su admiración, agradecimiento, emoción y sobrecogimiento ante algunas de las obras y montajes o instalaciones”.
Esta exposición, que cuenta con el patrocinio de la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha, la diputación provincial de Toledo y el Ayuntamiento de Toledo, estará abierta hasta el 10 de junio, con posibilidad de ser prorrogada dos semanas más.
Ampliación de horario con motivo de la semana grande de Toledo
Durante la semana grande de Toledo, con motivo de la fiesta del Corpus Christi, desde el 27 de mayo hasta el 2 de junio, el horario será desde las 11 de la mañana hasta las 10 de la noche.
La delegada diocesana de Fe y Cultura subraya que “el visitante, nada más entrar, es invitado a sentarse a la mesa de la Santa Cena; después debe traspasar la cortina del templo de Jerusalén para descubrir qué hay en el «Sancta Sanctorum» y, por último debe agacharse para entrar en el Sepulcro de Cristo y encontrarse con Él, frente a frente”.