Mons. Francisco Cerro Chaves, Arzobispo de Toledo y Primado de España, ha presidido, en la mañana de este jueves 19 de junio, la solemne Misa de la fiesta del Corpus Christi, en rito hispano-mozárabe. La ceremonia ha dado comienzo a las 10 de la mañana en la Catedral Primada. Han concelebrado, junto al prelado, el obispo auxiliar y secretario general de la Conferencia Episcopal Española, Mons. Francisco César García Magán; el obispo-prelado de Trondheim (Noruega), Mons. Erik Varden, O.C.S.O. quien es también presidente de la Conferencia Episcopal Escandinava; el obispo emérito de Segovia, Mons. Ángel Rubio Castro; y el obispo emérito de Albacete, Mons. Ángel Fernández Collado.

Un nutrido grupo de sacerdotes de la Archidiócesis, junto con numerosos miembros del cabildo catedralicio, se han unido a esta solemne concelebración eucarística, que ha contado, además, con la presencia de un grupo de sacerdotes , que trabajan en las diferentes comisiones y secretariados.

Tras los saludos a las diferentes autoridades civiles, militares y judiciales, Mons. Cerro ha indicado que en este día tan señalado “haremos esta maravilla, que es pasear a Dios por la calle“. Igualmente ha exhortado a desechar de la vida “el desánimo, el desaliento y la desconfianza”. En este sentido, ha recordado que “la Eucaristía es aliento, ánimo y confianza (…) porque nos invita a mirar la vida con lo sentimientos del Corazón de Jesús“.

¿Qué es la Eucaristía? Son tres cosas que repetimos siempre

Durante su homilía, el Primado, ha recordado que la Eucaristía “es asombro, es acogida y es caridad” y ha recordado: “Dios ha querido venir a vivir mi vida para que yo viva la suya”. El Arzobispo de Toledo ha exhortado a vivir el asombro de la procesión eucarística de esta solemnidad que celebra la ciudad de Toledo, insistiendo que “la Eucaristía nos invita a la acogida”.

Igualmente, don Francisco ha subrayado que “la Eucaristía es el remedio a nuestra soledad”, animando a vivir “la acogida del amor de Dios”.

Como conclusión a sus palabras, el Primado ha remachado que “la Eucaristía es caridad, es amor, es lo que nos recuerda Cáritas y todas las instituciones al servicio de los más pobres”. Y rememorando al difunto papa Francisco ha invitado a “mirar el mundo con la esperanza que trae el amor del corazón de Cristo (…) donde tienen que ser lo más importantes, los pobres y los que sufren”.

Sus últimas palabras, durante la homilía, han sido de felicitación por la fiesta del Corpus Christi y animando a vivir “la alegría y el gozo de volver a cantar en las calles y en nuestro corazón al amor de los amores“.