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Nuevos beatos mártires toledanos: “La fidelidad, incluso en medio de la prueba, nunca es estéril”

Archidiócesis de Toledo

Mons. Francisco Cerro Chaves, arzobispo de Toledo, expone, en el escrito dominical de este 2 de noviembre, las figuras de dos nuevos beatos mártires, oriundos de la Iglesia diocesana. Se trata de “Ramón Rojo Díaz-Cervantes y Zoilo Lorenzo Mora Rojo, sacerdotes naturales de Almonacid de Toledo, que derramaron su sangre por Cristo durante la persecución religiosa de 1936” explica el prelado.

Don Francisco expone el testimonio del presbítero Ramón Rojo, que ejercía su ministerio sacerdotal en la localidad jiennense de Cazorla, perteneciente en 1936 a la Archidiócesis de Toledo. Él era oriundo de Almonacid de Toledo, donde “aún se conservan una casulla y un cáliz suyos”.

El otro de los beatos es don Zoilo Lorenzo Mora Rojo, igualmente procedente de Almonacid. También ejercía en el arciprestazgo de Cazorla, siendo detenido durante la persecución religiosa de principios del siglo XX y el 12 de agosto de 1936 fue martirizado en Madrid, donde fue trasladado en el “tren de la muerte”. Sus reliquias se encuentran en la cripta de la catedral de Jaén.

 

“La fidelidad nunca es estéril”

Mons. Cerro pone de ejemplo a estos dos sacerdotes “arrebatados de sus parroquias por odio a la fe, vivieron con serenidad y perdón el misterio de la cruz” que serán proclamados beatos en la Seo de la diócesis jiennense, el próximo 13 de diciembre.

Don Francisco pondera la fe de Almonacid de Toledo que “se ve recompensada al contemplar en los altares a dos de sus hijos, que desde la eternidad interceden por nosotros”. Y añade: “Este acontecimiento de gracia es una llamada a renovar nuestra fe y esperanza. Ellos, sacerdotes de Cristo, nos enseñan que la fidelidad, incluso en medio de la prueba, nunca es estéril“.

El texto completo del escrito dominical está disponible en este enlace.

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