La congregación de las Pías Discípulas del Divino Maestro está celebrando el centenario de su fundación. Fue el 10 de febrero de 1924 cuando el beato Santiago Alberione funda esta congregación religiosa en Alba (Italia).
Con este motivo, la iglesia parroquial de santa Teresa, en Toledo, acogía el pasado 22 de septiembre, una celebración eucarística en acción de gracias por este motivo, que fue presidida por el Arzobispo de Toledo, Mons. Francisco Cerro Chaves.
Un total de tres religiosas, pías discípulas del Divino Maestro, conforman la comunidad que atiende la parroquia toledana, desde el año 1994, donde promueven la liturgia, el culto eucarístico, la atención a los enfermos, la labor catequética y la ayuda a los sacerdotes.
Acción de gracias con motivo de su centenario
Mons. Francisco Cerro, durante la homilía de la Misa, subrayaba del P. Alberione que “es un hombre muy interesante que fundó una gran familia de consagradas” que ha cumplido “100 años de una vida entregada”.
Las Pías Discípulas forman el tercer instituto de la Familia Paulina y, en ella, constituyen la rama contemplativa.