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D. Francisco Cerro Chaves durante su intervención en la parroquia de Calzada de Oropesa - Foto: Archidiócesis de Toledo

Primeras palabras de Don Francisco Cerro en la Archidiócesis: “Desde Calzada de Oropesa os digo que tenéis mi corazón”

JuanF Pacheco

Mons. Francisco Cerro Chaves ha realizado su entrada en la Archidiócesis Primada durante la tarde de hoy, viernes, 28 de febrero de 2020. La recepción oficial del Arzobispo Electo ha tenido lugar en la parroquia de Calzada de Oropesa, primera población de la provincia de Toledo en el transcurso de la autovía nacional del Suroeste A-5, por la que el Arzobispo Electo ha realizado su traslado desde Cáceres hasta la ciudad de Toledo.

En el atrio del templo parroquial le esperaban el delegado general para el gobierno de la Archidiócesis, D. Francisco-César García Magán, junto al delegado para la vicaría de Talavera, D. Felipe García. Igualmente el párroco de la localidad, D. Nelson-Javier Acuña.

Tras las intervenciones del párroco y del delegado general para la Archidiócesis, ha sido el Arzobispo Electo, Mons. Francisco Cerro Chaves quien ha dirigido sus primeras palabras en la Archidiócesis Primada.

A continuación, el texto íntegro con las palabras de Mons. Francisco Cerro Chaves, Arzobispo Electo de Toledo.

 

Alocuación de D. Francisco Cerro Chaves en la parroquia de Ntra. Sra. de la Asunción de Calzada de Oropesa

“Agradezco muchísimo a D. Francisco César que está haciendo también las veces de delegado del Obispo y en él quiero transmitir el afecto y el cariño a Don Braulio. Agradezco también a D. Felipe, Vicario de Talavera y también, cómo no, agradezco muchísimo al párroco, a Nelson. ¡Qué bonito lo que nos ha dicho y con qué profundidad! Agradezco también al coro parroquial. Muchas gracias por las canciones tan bonitas que habéis cantado. Y a todas las personas del arciprestazgo de Oropesa, un arciprestazgo tan vivo de esta vicaría de Talavera, tan llena de vida.

Sr. Alcalde, muchas gracias por su presencia. Las autoridades hemos de entendernos para el servicio mejor del pueblo. Agradezco, también, muchísimo la presencia de la corporación municipal y de las autoridades civiles y militares.

Y sobre todo a vosotros, que sois el tesoro de la Iglesia, que sois la gente. El tesoro de la Iglesia son las personas, los enfermos, los que sufren.

Mirad yo tengo como tres subrayados en mi escudo episcopal que mañana, si Dios quiere, desarrollaré.

Primero: el Corazón de Jesús. Para mí Dios Amor se ha manifestado en el Corazón vivo de Jesús. Dios nos ama como seres humanos. Por eso dice el Concilio Vaticano II que todo lo humano es digno de ser vivido.

Por eso agradezco mucho a los párrocos, a los sacerdotes esa labor que hacen, tan impresionante, en la Archidiócesis y en este precioso arciprestazgo. Gracias por esa labor de presentar el Corazón Vivo de Jesús a la humanidad. Ese Corazón que tanto ha amado a los hombres, que tanto nos quiere. Creo que lo peor que se puede decir de una persona es que no tiene corazón y lo mejor que se puede decir de una persona es “¡vaya corazón que tienes!”.

Segundo: mi vida ha sido la Evangelización; es la segunda clave que tengo en mi escudo episcopal. ¿Qué es evangelizar? Contaré una anécdota: se reunen todos los obispos de Europa con el Papa Juan Pablo II en el 25 aniversario de la celebración del Concilio Vaticano II y dice el Papa en ese momento que evangelizar es decir a cada persona: Dios te ama. Dios ha nacido y Dios ha muerto por tí. Evangelizar es decirle a cada persona que nos encontramos en el camino de la vida el amor que Dios nos tiene. Y eso haré como arzobispo; vengo aquí a eso. Me encontraré con las personas en las parroquias, por los pueblos, por las ciudades. E iré repitiendo el mismo mensaje de Jesús. No repetiré otro.

Y por último: los pobres. Porque como decía la Madre Teresa de Calcuta son todas las personas carentes de amor.  En una parroquia, el tesoro de una parroquia han de ser los pobres, los que sufren, los enfermos, los que están solos, los que no tienen techo ni hogar, los que viven en las intemperies; los que dice el Papa Francisco, los que están en las periferias.

Vengo a estar con vosotros. Me da mucha confianza lo que dice S. Agustín: “para vosotros soy obispo pero, con vosotros, soy cristiano”. Y vivo con esa alegría y esa esperanza.

Rezad por mí, para que sea fiel al ministerio que el Papa Francisco me ha confiado. Sé que tengo el cariño y el afecto de todos vosotros. Vengo a una Archidiócesis muy rica, no sólo de un pasado, sino de un futuro; con un Seminario vivo y lleno, con unos sacerdotes que trabajan magníficamente, con una vida consagrada que quiere ser testimonio del amor de Dios en el mundo; con unos laicos verdaderamente entregados, formados, generosos.

A esto vengo. No vengo a otra cosa, sino a estar con vosotros; a que me ayudéis a ser obispo; que sea un buen obispo, a que quiera a todos, especialmente a los más pobres y enfermos. Desde este queridísimo pueblo de Calzada de Oropesa os digo que tenéis mi corazón.

Agradezco a todos los feligreses de esta parroquia de Calzada de Oropesa y también a todos los que habéis venido de los pueblos de alrededor. Y a todos: muchas gracias, muchas gracias. Nada más que eso.”

 

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