Mons. Francisco Cerro Chaves, Arzobispo de Toledo, ha presidido en la mañana de hoy la Misa Crismal en el Altar Mayor de la Catedral Primada. En la concelebración han participado miembros del cabildo primado, junto a varios sacerdotes y seminaristas.
La concelebración eucaristíca se ha llevado a cabo, a puerta cerrada, en el Templo Primado y se han seguido las rúbricas que marca la liturgia de este día, a excepción de la renovación de las promesas sacerdotales que tendrán lugar tras finalizar el estado de alarma, generado por la situación socio-sanitaria.
El Primado ha llevado a cabo, en la ceremonia eucaristíca, la bendición del óleo de los catecúmenos y de los enfermos. Igualmente ha realizado la consagración del crisma.
Mons. Cerro Chaves ha comenzado su homilía invitando a reflexionar acerca de la situación que se está viviendo actualmente por la crisis del coronavirus: “Y yo me preguntaba estos días y me pregunto también continuamente. Y esta mañana, en mi rato de oración, me preguntaba qué nos queda de todo esto“.
A continuación, Don Francisco Cerro ha desarrollado tres claves que pueden ayudar, a todos, a vivir el momento presente.
El texto completo de la homilía se puede descargar en este enlace.
El Buen Pastor
El Primado ha subrayado que “nos quedará el gozo inmenso de que el Señor es mi Pastor y nada me puede faltar. Y ese conocimiento profundo de Jesús como buen pastor. Ese conocimiento interno de Jesús, pastor de corazón bueno. Y eso siempre, en todo lugar, en toda circunstancia siempre lo podemos vivir.”
En este sentido, ha recordado a la cantidad ingente de sacerdotes que están desviviéndose en la entrega generosa a los demás: “pienso en tantos y tantos sacerdotes, que a lo largo y ancho de esta geografía, que es nuestra archidiócesis de Toledo, están en estos momentos, unido a mí, unido al Pastor, conociendo en profundidad al buen pastor que entrega la vida por las ovejas y recitando lo que dice el Salmo: aunque camine por cañadas oscuras, nada temo porque tú vas conmigo; tu vara y tu cayado me sosiegan.”
Amor a la gente
También don Francisco Cerro ha subrayado la importancia de la necesidad de amar a la gente. “El sacerdote es muy querido cuando vive su sacerdocio con coherencia y cuando vive realmente una entrega inmensa la gente” ha subrayado el Arzobispo.
Corazón del Buen Pastor
Mons. Cerro ha querido subrayar la importancia, en el sacerdocio ministerial, de emular las actitudes del Corazón del Buen Pastor: “No existe nada más atrayente que una persona que vive su vocación con alegría; que no se ha instalado en la queja, sino en el agradecimiento.”
“En la medida en que nuestra vida se une a Jesucristo, nuestra vida es algo tan precioso como una entrega total y absoluta a los demás” ha insistido el Primado.
Don Francisco Cerro ha tenido también una mención especial para todas aquellas personas que están entregando su vida en hospitales y otros lugares: “Tantas y tantas personas que, en estos momentos de pandemia, están entregando la vida, en tantos hospitales, en tantos lugares. Y la Iglesia agradece esa labor tan impresionante que están haciendo hombres y mujeres jugándose la vida por estar en un servicio tan inmenso.”
El Arzobispo de Toledo ha finalizado su homilía indicando la importancia del servicio a los demás: “Quien no se pone de rodillas ante el hombre herido, en el camino de la vida, no entenderá nunca lo que es el Buen Pastor, que lo deja todo por servir a las ovejas.”
Para acceder al texto completo de la homilía: pinchar aquí.
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