El templo parroquial de Santa María, en Illescas, fue reabierto al culto este domingo, 29 de septiembre, tras una ceremonia de bendición presidida por el arzobispo de Toledo, Mons. Francisco Cerro Chaves.
Esta iglesia permanecía cerrada desde el pasado 8 de julio, a causa de las obras de restauración de la misma.
Durante la ceremonia de bendición, Mons. Cerro recordaba que en los templos “se hace presente a Jesús y para eso necesitamos templos para poder celebrar y para poder vivir la fe compartida en los sacramentos”. De esta manera, el prelado bendecía el templo y a todos aquellos que han hecho posible la restauración del templo parroquial.
Por su parte, el párroco de la Parroquia de Santa María de Illescas, don Eugenio Isabel Molero, explicó que “la parroquia necesitaba una pequeña restauración, pues la obra de restauración más grande se realizó hace más de 30 años y “como es lógico ahora necesitaba un mantenimiento y reparación de lo que se va deteriorando”, recordando que el exterior del templo sí que ha vivido hace pocos años algunas reformas y embellecimientos, sobre todo la torre que fue restaurada hace 12 años.
El coste aproximado de las obras superará los 200.000 €, pues aún quedan algunos trabajos que realizar relacionados con la calefacción, repaso de los tejados, etc.
Agradecimientos
Don Eugenio Isabel agradecía a todos los fieles que han colaborado – y seguirán haciéndolo- para financiar las obras; también dio las gracias al Ayuntamiento de Illescas, que ha colaborado con los recursos posibles y administrativos y con financiación para este fin; así como a la Diputación de Toledo que aportará fondos para la financiación de las obras.
El párroco destacó de forma especial el agradecimiento a la Fundación Memoria Benéfica de Vega- Santuario Virgen de la Caridad (Funcave), a los patronos y a los trabajadores, pues en estos meses en los que ha estado cerrada la Parroquia “nos abrieron la santa casa para las celebraciones litúrgicas, la oración y la vida comunitaria”. También agradeció la colaboración económica de Funcave para las obras de restauración.
Las últimas palabras del párroco, aparte de al arzobispo que siempre se ha interesado por las obras, fueron para los voluntarios de la parroquia “que gracias a Dios sois muchos” y que han hecho un trabajo oculto y callado.