El próximo 7 de octubre se celebra la Jornada Mundial por el Trabajo Decente.
Desde la Delegación Diocesana de Apostolado Seglar se ofrece un material que recoge las citas del Papa Francisco en relación a este tema. El documento en formato PDF con las frases del Papa se puede descargar en este enlace.
Igualmente, el presidente diocesano de la Hermandad Obrera de Acción Católica, (HOAC), Jose María Martín Alguacil, reflexiona acerca de esta jornada eclesial y ofrece un artículo de opinión que se puede leer a continuación.
“FRENTE A LA INDECENTE PRECARIEDAD: TRABAJO DECENTE COMO DIOS QUIERE”
Artículo de José María Martín Alguacil, presidente diocesano de HOAC
Así dice el lema que la Iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente (ITD) ha elegido para el 7 de octubre de este año en la celebración de la Jornada Mundial por el Trabajo Decente.
Es una realidad que en el mundo laboral y en el marco del sistema de producción y consumo se ha impuesto como algo natural e inevitable la flexibilidad laboral como la estrategia adecuada para que haya más empleo y más crecimiento económico. Lo que no se dice con la misma fuerza es que el empleo que se genera en muchas ocasiones dista mucho de ser un empleo de calidad y que más crecimiento económico no significa que llegue a todos por igual.
Esto es, la flexibilidad laboral conlleva precariedad en las condiciones de vida y de trabajo de las personas, por un lado, y desigualdad e injusticia a la hora del reparto de la riqueza generada por el crecimiento económico, por el otro.
Tener un empleo precario no garantiza salir de la pobreza y del riesgo de exclusión social, no garantiza poder conciliar el trabajo con la familia, el descanso, la salud y la seguridad, la participación social y el ocio. Por no hablar de la imposibilidad de desarrollar la propia vocación, la creatividad, sentirse partícipe de la empresa en la que se trabaja, en definitiva, la imposibilidad de que la persona que trabaja en estas condiciones pueda desarrollarse como tal en todas sus dimensiones.
Por desgracia para muchos y desde hace mucho tiempo el trabajo ha dejado de ser la actividad más propiamente humana, la actividad que nos hace más persona. El sistema económico imperante rompe el viejo paradigma de trabajo estable y con derechos implantando la precariedad como nuevo modelo de relaciones laborales con el resultado de vidas precarias que no pueden vivir con dignidad, con salarios insuficientes, con dificultades para desarrollar proyectos de vida, con serios problemas para formar una familia, gastando la vida bajo el riesgo de enfermedades laborales y accidentes a veces mortales, consumiendo para satisfacer necesidades reales y ficticias como válvula de escape a una vida laboral alienante, con horarios y días de trabajo que exigen plena disponibilidad, en definitiva viviendo para trabajar en vez de trabajando para vivir.
Pero no todo está perdido: somos muchas las personas, colectivos, organizaciones de los trabajadores, empresas del bien común, comunidades cristianas, la misma ITD quienes tenemos esperanza en que otra forma de trabajo es posible: con derechos, con participación en la vida de las empresas haciendo que éstas cumplan la función social a la que están llamadas, reconociendo el valor del trabajo de cuidados de la vida, respetuoso con el medio ambiente, con igualdad entre las personas que lo realizan sin distinción de sexo, autóctonos o migrantes, con capacidad de negociación colectiva, donde se vele por la seguridad y la salud de los trabajadores.
Que la celebración de esta Jornada sirva para conseguir que todo el trabajo y sea decente.
Grupo Undanet