La II Jornada de Amistad Judeo-Cristiana se celebraba el pasado 7 de abril en la ciudad de Toledo, en la que hubo dos momentos de formación sobre el título de la misma abordados desde la perspectiva judía y cristiana: “La religión, camino de justicia social y de paz”.
En la sesión de la mañana, celebrada en la sinagoga de Santa María la Blanca, se reflexionó sobre la aportación de las religiones a la causa de la justicia social y de la paz a partir de los principios comunes. El Rabino Jefe de España, D. Moshé Bendahan, presentó los valores de justicia y paz en los textos de la Sagrada Escritura evidenciando como ella nos presenta al “hombre espiritual”, unido a Dios, como el único artífice de dichos valores.
Por su parte el Delegado Diocesano de Relaciones Interconfesionales, D. Juan Manuel Uceta, reflexionó sobre la religión como aportación positiva al mundo, señalando, con la enseñanza de los últimos papas, la desviación y manipulación de lo religioso como causa de episodios de violencia.
A continuación, Mons. Francisco César García Magán, obispo auxiliar de la archidiócesis de Toledo y Secretario General de la Conferencia Episcopal, y el propio Rabino Bendahan elevaron una oración conjunta pidiendo a Dios con el Salmo 122 la tan deseada paz.
Trabajos conjuntos por la justicia social y la paz
Celebrada la comida de fraternidad en el Seminario Mayor, la sesión de la tarde transcurrió en la Catedral Primada, presidida por el Arzobispo de Toledo, Mons. Francisco Cerro. En ella se presentaron los trabajos concretos, tanto de la comunidad judía como la cristiana, por la justicia social y la paz; presentación que corrió a cargo de D. Isaac Benzaquen, presidente de la Federación de Comunidades Judías de España y de Dña. Balbina Rojas Gil, trabajadora de Cáritas diocesana en el área de formación de voluntarios y gestión del área de vivienda.
Cerraron el acto Dña. Mayte Rodríguez, directora del Centro de Estudios Judeocristianos de la archidiócesis de Madrid y D. Isaac, quien aprovechó su intervención para despedirse de su tiempo de presidencia de la Federación por celebrarse en los próximos días las elecciones al cargo en que sería relevado.
Tras la sesión, la Jornada concluía con una visita guiada a la Catedral explicada por Dña. Sagrario Paniagua, guía local de Toledo.
“Además de la riqueza de los diversos momentos de la Jornada, con la importancia de la oración común y de la reflexión sobre lo tan magistralmente expuesto en las sesiones de la mañana y la tarde, quedó en los corazones de los participantes el gozo y la gratitud por el espíritu de convivencia y fraternidad vivida y la belleza del acercamiento de las dos comunidades como reza el salmo 123: “Ved que delicia convivir los hermanos unidos”, quedando en todos el deseo de que puedan celebrarse otras en años próximos”. Así resume la Jornada D. Juan Manuel Uceta, delegado diocesano de Relaciones Interconfesionales.
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