Alrededor de 330 jóvenes de la Archidiócesis han peregrinado, durante los primeros días de agosto, a Francia. Se trata de la peregrinación diocesana organizada por la delegación diocesana de adolescencia y juventud y que se desarrollaba del 1 al 9 de agosto.
El objetivo de esta peregrinación se encontraba en la localidad francesa de Paray-Le Monial.
El delegado diocesano de juventud, el sacerdote David Sánchez explica que “el objetivo de esta peregrinación era encontrarse con Jesús a través de sus heridas y dejar que el Espíritu Santo entrara en cada uno de los jóvenes. También consistía en buscar tiempo para hablar con algún sacerdote y reencontrase en el amor de Cristo, limpiando el alma mediante el sacramento de la confesión, así como en buscar una dirección espiritual.”
Después de pasar una noche entera en el bus…¡Ya hemos llegado al primer destino de nuestra peregrinación! ➡️Puy en Velay.
Hemos podido visitar la estatua de Notre Dame de Francia y la catedral, donde se ha celebrado la misa. El #CoroSantaCecilia nos ha amenizado con sus voces pic.twitter.com/Hu9fzSSHvN
— Sepaju Toledo (@sepaju) August 3, 2019
Periplo por diversas ciudades francesas
Entre las ciudades visitados por el numeroso grupo de jóvenes se encuentran Le Puy-En-Velay, primer destino de la peregrinación, donde tuvieron su primer tema y reunión por grupos. Además, pudieron visitar la Catedral y la estatua de Notre-Dame.
Posteriormente se desplazaron a Ressins, allí pasarían alojados los seis primeros días de la peregrinación, en los que iban a visitar sitios como Annecy, Lyon, Ars y finalmente Paray-Le-Monial, culmen de la peregrinación.
Desde la propia delegación subrayan lo siguiente: “Uno de los momentos que todos los peregrinos y, sobre todo, los sacerdotes coinciden en señalar como uno de los más especiales, tuvo lugar en la comuna Ars-Sur-Formans, lugar de peregrinación y hogar de San Juan María Vianney, mayormente conocido como el cura de Ars.”
En Paray-Le-Monial, escenario de la aparición de Cristo a Santa Margarita María de Alacoque y que dio origen a la devoción al Sagrado Corazón de Jesús, tuvo lugar la Hora Santa preparada por el sacerdote Joaquín Garrigós, quién animó a los peregrinos a ser valientes y a atreverse a poner su vida en manos de Dios, entregándole un “cheque en blanco” para dejar que sea Él quien escriba la cantidad.
La última parada de la peregrinación en tierras francesas fue en Avignon, donde celebraron la misa en la Catedral Notre Dame des Dons, al lado del palacio papal. Antes de la misa los peregrinos pudieron ensayar los cantos junto con el Coro Santa Cecilia, formado por distintos jóvenes que han hecho de todas las celebraciones momentos únicos y emotivos. Después, los peregrinos tuvieron comida libre y tiempo para ver Avingon en compañía de su grupo antes de ponerse en marcha para volver a España, concretamente a El Collell en Gerona.
Conclusión en el Cerro de los Ángeles
Para concluir la peregrinación, los jóvenes viajaron por la noche en el autobús con destino al Cerro de los Ángeles, en Getafe. Allí, D. Emilio Palomo, vicario de la Mancha y responsable del área de Pastoral, celebró la Misa final de la peregrinación, en representación del arzobispo Mons. Braulio Rodríguez Plaza.
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